En la parte baja de los cayos de Florida, dentro del Parque Nacional Tortugas Secas, hay una isla fortaleza abandonada y sin terminar, que es la estructura de mampostería más grande de América. Fort-Jefferson (Fuerte Jefferson) fue construido por el Ejército de los Estados Unidos en 1846 para ayudar en la lucha contra la piratería en el Mar Caribe.
El diseño requería un fuerte, con 1000 cañones pesados, de cuatro niveles y seis lados, con dos lados que miden 415 pies (126 metros) y cuatro lados que miden 564 pies (172 metros). En el patio de armas dentro de los enormes muros de ladrillo del fuerte había viviendas para soldados y oficiales, polvorines, almacenes y otros edificios necesarios para mantener el fuerte. Una parte importante de la construcción fue realizada por esclavos.
La población militar máxima de Fort Jefferson fue de 1.729 integrantes. Para mantener a una población tan grande en un área que carece de agua dulce (de ahí el nombre «Tortugas Secas»), se construyó un innovador sistema de cisternas en las paredes del fuerte. Sin embargo, el sistema nunca se utilizó en la práctica y se crearon fisuras en las cisternas debido al enorme peso de las paredes exteriores, permitiendo que el agua de mar contaminase el suministro de agua dulce.
Durante la Guerra Civil, con la construcción aún en curso, Fort Jefferson se utilizó como prisión para desertores. En 1867, una epidemia de fiebre amarilla acabó con la vida de muchos de sus prisioneros. En 1888, el Ejército entregó el fuerte al Servicio de Hospitales Marinos para que lo operara como una estación de cuarentena, ya que el coste de mantenimiento debido a los efectos de los frecuentes huracanes y el clima tropical ya no podía justificarse.
El 4 de enero de 1935, el presidente Franklin D. Roosevelt, quien visitó el área en barco, designó el área como Monumento Nacional, mientras que en 1992 Tortugas Secas, incluido Fort Jefferson, se estableció como Parque Nacional. Hoy en día, los turistas pueden llegar a la isla en ferry o en hidroaviones fletados y yates privados para recorrer el abandonado Fort Jefferson.
Las imágenes que ilustran este post son propiedad de ronyeany a través de su cuenta de flickr.