En la pequeña ciudad de Kaufman (Texas, Estados Unidos), a tan solo 30 millas del centro de Dallas, y como cada tarde, Lucas llegó al gimnasio «Muscle Mansion» para su rutina sobre las 20:00.
Todo transcurría con normalidad. Tanto Lucas como todas las demás personas que había en el gimnasio, hacían sus ejercicios y posteriormente se iban a las duchas antes de salir.
El tiempo pasaba y quedaba apenas media hora para la hora del cierre del gimnasio. Tras una sesión extenuante, Lucas vio que era el último y tenía que irse ya, por lo que se ducharía en casa y así saldría antes de la hora de cierre.
Atrapado en el gimnasio
Cuando quiso salir, Lucas se dio cuenta que las puertas del gimnasio estaban cerradas. Al principio, pensó que se le había pasado la hora y por error habían cerrado las puertas con él dentro. Pero no fue así, todavía quedaban más de 10 minutos para la hora de cierre. Lucas fue a los vestuarios para ver quien más se había quedado encerrado en el gimnasio.
Sin embargo, algo extraño estaba sucediendo…
En el vestuario estaban todas las bolsas de ropa de sus compañeros. Pero ellos no estaban allí. Lucas se puso muy nervioso.
Extraña aparición
Todo se encontraba bajo un silencio sepulcral, hasta que comenzó a escuchar unos extraños sonidos que venían desde las duchas, por lo que decidió acercarse.
Cuando llegó, pudo ver que algo se movía en una de las duchas.
Dentro de la ducha había una extraña figura, no del todo humana, que parecía haber sido moldeada por la tortura y el dolor, con músculos retorcidos y huesos desproporcionados. Sus ojos brillaban en la oscuridad y su boca estaba deformada en una mueca aterradora. Su cabello enmarañado apenas sobresalía de la capucha bajo la que se escondía.

Este monstruo misterioso se encontraba de pie en medio de la ducha, con agua fría corriendo por su cuerpo. Su mirada se quedó inmediatamente fija en Lucas.
Lucas trató de huir, pero la figura le persiguió sin cesar. Lucas corría por los pasillos, intentando encontrar una salida, pero todas las puertas estaban cerradas y las ventanas estaban bloqueadas.
La habitación secreta
El monstruo le atrapó y le llevó a una habitación de la que desconocía su existencia en la parte trasera del gimnasio.
Allí, la sorpresa fue mayúscula. Los compañeros de Lucas que habían estado entrenando con él hora antes, estaban allí en la habitación, en el suelo, atados y amordazados.
La figura comenzó a hablar en un idioma extraño y Lucas no podía entender lo que decía. Así, el monstruo comenzó a hacer una serie de gestos extraños y misteriosos, y todos los miembros del gimnasio que estaban atados comenzaron a gritar desesperadamente, o al menos lo intentaban, ya que estaban amordazados.
Todos menos Lucas, que fue lanzado contra ellos, quedando tirado en el suelo pero sin atar.
La extraña figura parecía estar realizando una especie de ritual satánico.
Huída
El monstruo amenazó a Lucas y le dijo que su alma sería sacrificada junto a la de los demás.
Lucas estaba aterrorizado, pero aprovechó la distracción de la figura durante la preparación del ritual para escapar. Logró levantarse del suelo y corrió hacia la salida más cercana, pudiendo echar la puerta abajo abalanzándose sobre ella. Con su corazón latiendo a mil por hora, logró salir del gimnasio y huir a su casa.
Sin embargo, a pesar del terror que había experimentado, Lucas no podía dejar de pensar en lo que había sucedido en el gimnasio. Además, sabía que allí había muchos más inocentes amordazados con un destino fatal.
Lucas, con miedo a que la policía le tratase como un loco, decidió contárselo únicamente a sus dos amigos de más confianza y juntos regresaron al gimnasio. Tenían la firme intención de acabar con aquel fantasma, o lo que realmente fuese, y liberar a los humanos atrapados en la habitación secreta.
Dos mundos
Cuando Lucas y sus amigos entraron al gimnasio por la puerta que había sido rota anteriormente para huir, llegaron a la habitación donde estaban los compañeros de gimnasio. Sin embargo, allí ya no quedaba nadie. La figura satánica había desaparecido y el lugar estaba vacío.
Asún así, la sensación de terror aún era abrumadora. Lucas y sus amigos comenzaron a investigar la sala en busca de pistas, pero pronto descubrieron algo aún más aterrador.
El monstruo había dejado un mensaje en una pared escrito con lo que parecía ser sangre: «Ellos son míos para siempre«.
Después de encontrar el mensaje en la pared, Lucas y sus amigos comenzaron a sentir que algo extraño estaba sucediendo en el gimnasio. Se escuchaban ruidos extraños cada vez más altos y sentían la presencia de algo maligno en el aire.
La figura satánica emergió de nuevo y les reveló que ellos eran el sacrificio perfecto para unir los mundos de los vivos y los muertos. Lucas y sus amigos se dieron cuenta de que habían caído en una trampa y que su destino era ser sacrificados para siempre.
Lucas y sus amigos trataron de luchar, pero la figura satánica era demasiado fuerte y rápida. Antes de que pudieran reaccionar, fueron atrapados por las sombras y arrastrados hacia la oscuridad.
En la oscuridad, la figura satánica les sacrificó en un ritual macabro para unir los mundos de los vivos y los muertos. Sus almas fueron selladas para siempre en el mundo de las sombras, donde sufrieron un dolor eterno.
Desde entonces, se dice que el gimnasio está maldito y que cualquiera que no salga de él antes de la hora del cierre, nunca más saldrá. Los terroríficos rumores también cuentan que aún se pueden escuchar los gritos de Lucas y sus amigos, atrapados para siempre en el mundo de las sombras.
Rumores
Tras lo sucedido, a día de hoy son varios los rumores que circulan alrededor del gimnasio «Muscle Mansion» de Kaufman (Texas, Estados Unidos).
– Se dice que si escuchas los gritos de los antiguos miembros del gimnasio en la noche, es señal de que algo maligno está a punto de suceder.
– Algunos dicen que la figura satánica aún ronda por el gimnasio, buscando nuevas víctimas para sacrificar.
– Hay rumores de que los antiguos miembros del gimnasio aún están atrapados allí y que sus almas están condenadas a sufrir eternamente.
– Se afirma que el gimnasio está, efectivamente, poseído por las almas de los sacrificados y que aún pueden verse sus sombras en las paredes.
– Algunos creen que las máquinas del gimnasio se mueven solas y que cambian de posición durante la noche.
– Cuando se hace uso de las duchas, el agua en ocasiones se vuelve de un color rojo oscuro.
– Hay quienes afirman que al entrar al gimnasio puedes escuchar una risa macabra que proviene de las sombras.
– También se dice que si alguien mira directamente en los espejos del gimnasio, verá reflejados los rostros de los antiguos miembros sacrificados.
Estos y otros tantos rumores han hecho que muchas personas eviten el gimnasio maldito y que la gente local lo considere como un lugar aterrador y peligroso.