En la ciudad de Sorrento, cerca de Nápoles, en el sur de Italia, hay un profundo cañón también conocido como «el valle de los molinos» (Valle dei Mulini). Allí, entre una espesa vegetación, se encuentra un antiguo molino de décadas de antigüedad que estuvo en funcionamiento hasta el año 1866.
El levantamiento de la cercana plaza Tasso provocó que el molino fuese aislado del mar, provocando un aumento de la humedad que obligaría en muy poco tiempo al abandono de éste y de los demás molinos. Hoy en día todavía se pueden ver las ruinas de los molinos supervivientes de «el valle de los molinos«, siendo una destacada atracción turística de Sorrento.