El metro de Rochester funcionó en la ciudad de misma nombre, Rochester, en Nueva York (Estados Unidos), desde 1927 a 1956. Su historia se remonta a 1918, cuando el canal de Erie fue redirigido para evitar el centro de Rochester. La sección vacía del canal se utilizó como núcleo del metro. Las líneas del tren se construyeron dentro del canal, mientras que el techo del metro se convirtió en Broad Street. Sin embargo, de las aproximadamente 7 millas (11,2 km) de longitud del metro, solo 2 millas (3,2 km) estaban bajo tierra.
En 1927, las operaciones del metro de Rochester comenzaron bajo contrato con New York State Railways. La línea también fue utilizada también por otros ferrocarriles interurbanos, como Rochester and Syracuse Railroad. A raíz de la Gran Depresión, New York State Railways se declaró en bancarrota y desde 1938 el metro fue operado por la recién formada Rochester Transit Corporation. Para reducir costes, la compañía redujo el servicio entre semana y, en 1952, se eliminó el servicio dominical.
En 1955, el concejo municipal de Rochester decidió terminar con todo el servicio de metro, lo que se hizo efectivo el 30 de junio de 1956. Después del final del servicio de pasajeros, la mayor parte del metro de Rochester (la que transcurría sobre la tierra(, se utilizó para la construcción de la interestatal 490 y la interestatal 590. Los trenes de carga siguieron funcionando por la parte subterránea del metro hasta 1996.
Los funcionarios de la ciudad de Rochester quisieron, varias veces, llevar de hormigón la parte abandonada restante del metro, sin embargo, esos planes fueron controvertidos. Otros sugirieron construir un nuevo sistema de metro usando los mismos túneles y pasarelas subterráneas que ya existían. También hay quienes propusieron llenar de agua los túneles, redirigiendo el canal de Erie a su camino original.
Hoy en día, los túneles del antiguo metro de Rochester se encuentran totalmente abandonados, llenos de graffiti y algunos incluso inundados.